MI EXPERIENCIA EN EL RETIRO DE GRADO 11

Hace unas semanas tuve la oportunidad de vivir una experiencia muy especial con mis amigas y compañeras,  nuestro retiro de grado 11. Fue un momento único y demasiado chévere, lo disfrute mucho porque sabía que era de las últimas veces que íbamos a estar juntas antes de graduarnos. Este retiro de fue algo que me marcó y nunca olvidare. No solo fue un viaje para relajarnos y disfrutar, sino también para reflexiona.

Desde el inicio, me sentí muy emocionada de disfrutar cada segundo, y fue una experiencia muy bonita, pude reflexionar sobre mis planes y sueños, hablar de todo lo que esperaba para el futuro y enfrentar a esos retos personales que a veces me da miedo decir en voz alta y los obstáculos que se me presenten en el camino.

Hubo momentos en los que nos pusimos a recordar anécdotas de cuando eramos pequeñas, cosas de las que ya ni nos acordábamos, y terminamos riéndonos y contando cosas personales y secretos que nunca habíamos compartido, nos desahogamos y lloramos. Hablamos de cosas más profundas y sinceras, y eso hizo que todo el viaje fuera especial, conecte mas con mis amigas, sentí que con cada actividad, cada reflexión, nos acercábamos más.

También siento que sane, hicimos una actividad muy significativa y profunda para mi, me perdone y reflexione sobre lo mucho que valgo y que debo amarme y respetarme.

Otra actividad hermosa fue pintar y colorear, pintar con tranquilidad, sin ninguna preocupación, fue como una terapia. También tuvimos una dinámica donde usábamos sobres y nos entregábamos cartitas y mensajes bonitos entre todas.  Especial porque en cada carta había palabras sinceras y mensajes de apoyo que me pusieron muy feliz. Recibir esas cartas y leer cada palabra me hizo sentir muy amada.

Nos dimos consejos y recordatorios de lo valiosas que somos. Creo que todas necesitábamos eso: escuchar cosas bonitas, recibir abrazos sincero y sentir que estábamos en un lugar seguro para expresarnos. Hubo momentos en los que me desahogué muchísimo, cosas que llevaba dentro y que necesitaba soltar, y estar rodeada de personas que me entendían fue muy especial. hubo apoyo y cariño, y me di cuenta de lo afortunada que soy de tener amigas así.

Además, como parte del retiro, fuimos a las aguas termales de Santa Rosa de Cabal. Ese lugar es increiblee: el clima frío, las montañas y el agua calientica hicieron que todo se sintiera relajante y especial. Estar ahí rodeada de mis amigas, riéndonos, tomando fotos y compartiendo el momento fue algo que sé que nunca olvidaré.

Luego, fuimos al Parque del Café, y me subí a casi todas las atracciones y repeti varias. Sentir la adrenalina y la emoción en cada juego fue lo máximo. Estábamos felices, riéndonos a carcajadas y disfrutando cada segundo de ese día tan increíble. Me sentí completamente libre y feliz, y estar ahí con mis amigas lo hizo aún mejor.

Ahora, a unas semanas de graduarnos, me siento súper nostálgica. El colegio ha sido como mi segunda casa, el lugar donde he crecido y donde he hecho amistades que van a ser para toda la vida y que son muy importantes. Saber que en poco tiempo ya no vamos a caminar por esos pasillos, ni ver a nuestros profes todos los días, es algo que me llena de emoción, pero también de tristeza.

Este retiro fue como un cierre perfecto para esta etapa tan importante. Me llevo recuerdos muy importante, amistades que son como familia y una gratitud por cada momento vivido. Estoy súper emocionada por lo que viene, pero sé que siempre voy a llevar en el corazón estos años.

Este retiro fue mucho más que un simple viaje. Fue un espacio de reflexión y de desahogo. Me ayudó a darme cuenta de lo importante que es perdonar, valorar cada momento y rodearme de personas que me aportan. Fue una experiencia sanadora, llena de momentos únicos, y la recordaré siempre como una etapa que marcó el cierre de estos años de colegio. Cada cosa a su tiempo.